Cosas terribles y maravillosas
El miedo puede paralizarnos. Conocemos todas las razones para tener miedo; todo lo que nos lastimó en el pasado y que podría fácilmente volver a hacerlo. Entonces, a veces, quedamos estancados, sin poder retroceder ni avanzar. No puedo. No soy lo suficientemente inteligente, fuerte ni valiente para volver a soportar que me lastimen.
Para nuestros amigos
En la novela de Emily Brontë, Cumbres Borrascosas, a un cascarrabias que suele citar la Biblia para criticar a los demás se lo describe de manera memorable como «el fariseo más aburrido y santurrón que jamás haya escudriñado una Biblia de arriba abajo con el único fin de acaparar [aplicar] todas las promesas para sí y arrojar sobre sus semejantes todas las maldiciones».
Fuente de sanidad
Siempre me han gustado las tormentas fuertes. De niños, cada vez que había un temporal increíble —con truenos y lluvia a raudales—, mis hermanos y yo como locos alrededor de casa, deslizándonos y resbalando por todos lados. Cuando llegaba la hora de entrar, estábamos hechos una sopa. Era una experiencia maravillosa; una mezcla de diversión y miedo.
Imperfección perfecta
Un profesor mío en la universidad, al ver mi indecisión, producto de mi perfeccionismo, me dio un consejo sabio: «No dejes que lo perfecto sea enemigo de lo bueno». Es decir, que luchar por un desempeño perfecto puede evitar los riesgos necesarios para poder crecer. Aceptar que mi trabajo sería siempre imperfecto me daría libertad para seguir creciendo.
Bendición en el lío
A veces, me encuentro pensando: Yo me metí en este lío, así que tengo que salir sola. Aunque creo en un Dios de gracia, tiendo a actuar como si su ayuda solo estuviera a mi disposición cuando la merezco.
Libertad para seguir
Una vez, mi entrenador de atletismo en la escuela secundaria me aconsejó antes de una carrera: «No trates de ir primera. Por lo general, los que lideran se agotan demasiado rápido». Y me sugirió que siguiera de cerca a los corredores más veloces. Al dejar que ellos establecieran el ritmo, podría conservar la fuerza física y mental necesaria para terminar bien la carrera.
Bondad anónima
Cuando me gradué, me vi en la necesidad de limitar mi presupuesto para las comidas; para ser precisa: 20 dólares por semana. Un día, cuando me acerqué a la caja, sospeché que la compra sería un poco mayor del dinero que me quedaba. «Cuando llegue a 20 dólares, deténgase», le dije a la cajera, y pude comprar todo, excepto una bolsa de pimientos.
El sentido de estar vivo
Hace poco, mirando unos libros de consejos financieros, observé una tendencia interesante: muchos infieren que la razón primordial para reducir costos es querer vivir después como millonarios. Pero uno ofrecía una perspectiva diferente y renovadora, al sostener que vivir con sencillez es esencial para una vida rica. Sugiere que si necesitas más cantidad de cosas y más sofisticadas, te estás perdiendo el sentido de estar vivo.
Cómo cambiar una vida
A veces, la influencia de otros puede cambiar nuestra vida en un instante. Para el legendario músico Bruce Springsteen, la obra de artistas musicales lo ayudó a superar una niñez difícil y problemas constantes de depresión. Una de sus obras transmite la verdad que él experimentó en carne propia: «Puedes cambiar la vida de alguien en tres minutos con la canción correcta».
Sostenido por Dios
Cuando estábamos terminando de almorzar juntas, mi hermana le dijo a Annica, mi sobrina de tres años de edad, que era hora de tomar una siesta. Con ojos alarmados y llenos de lágrimas, la pequeña objetó: «¡Pero tía Mónica todavía no me sostuvo a upa hoy!». Mi hermana sonrió: «Está bien. Puede hacerlo. ¿Cuánto tiempo necesitas?». «Cinco minutos», contestó.